DECIDE UN HORARIO
Jesús se levantaba temprano en la mañana para pasar tiempo con su Padre. Hacer una cita diaria con Dios es el primer paso, pero el horario puede variar. Dios quiere conectarse con nosotros, sin importar la hora. Lo importante es cumplir fielmente con ese tiempo designado.

ELIGE UN LUGAR
Jesús tenía un lugar específico al que iba a orar. Elegir un lugar libre de distracciones es importante. Nos da la libertad de adorar, orar o leer la Biblia en voz alta y ser vulnerables con Dios.

IMPLEMENTA UN PLAN
Jesús sabía que nuestra mente tiende a divagar y que, a veces, nos sentimos perdidos y no sabemos por dónde empezar. Por eso, cuando enseñó a los discípulos a orar, les dio una guía. La llamamos “El Padre Nuestro”. Tener un plan no significa que tu tiempo de oración deba ser igual cada día. Puede incluir música de adoración, momentos de silencio y lectura de la Biblia.